Hoy quiero dar las gracias, gracias a ti mi Jesús porque siempre estás conmigo, a mis ángeles que desde el cielo alumbran mi camino, a ti New York que me has enseñado mucho, y a la vida que no me deja perder la esperanza.

                                         

No te odio, pero tampoco puedo olvidarte y se supone que por ti no debo sentir nada y aun no sé lo que siento, solo sé que no es amor… y no quiero que sea odio.

                           

La cinta de mi memoria guarda celosamente cada instante vivido a tu lado, cual película fina mis recuerdos presentes jamás serán olvidados.

                              

La vida me ha golpeado de mil formas y todas he soportado, pero este castigo es tan duro que ni siquiera he reaccionado.  

                                               

La nieve resalto en el manto de mis ojos llenando mi alma de alegría, hoy será un día maravillosos y así serán todos los días, pasita de algodón que llenaste de vida mis días eres mi razón, motivo que me ayuda a despertar.

                                      

Tan fino como un muñequito de papel, tus ojitos al mirarme hicieron remecer el interior de esta montaña que jamás logre mover, ángel de mi vida, corazón de mi alma, eres mi día, mi principio y mi final, mi noche desvelada, por ti podría matar.